El vicio tiene nueva direccion en San Pablo?

A raiz de este video emitido el domingo pasado por la Globo, una gruesa conversación entre el sercretario municipal de asistencia pública y el comando de la Policia Militar tuvo lugar. La Cracolandia todo el mundo sabe donde funciona, por que funciona, y quien es adepto a esas cuadras ciudadanas.

«Es una cuestión social»: dice la policia

«Es una cuestión policial» : dice la prefeitura.

Sobró para nosotros. De mañana temprano la tropa de choque de la PM, estaba apostada en la entrada de la Cracolandia y durante todo el día efectuó una razzia monumental. Lleno tres omnibus de menores de edad viciados en crack y los llevo al hospital.

En mi turno de la nochecita, (de agente social) recibi la indicación de dar apoyo a la asistente social que estaba en la revisión medica de ocho adolecentes de 15 años.

El resto la PM los había dejado huir.

Y allá estabamos nosotros los salvajes angelitos:

– Tio, me deja volver a mi mundo!!! cobraba uno de ellos.

Los funcionarios del hospital estaban desbordados. Los ojos de una medica japonesa orbitaban de pánico ante los dulces salvajes que en muchos meses no tomaban baño. El perfume en la emergencia era de dulces sobacos angelicales, aquellos bellos aromas que el adolecente sabe generar.

El público adoraba, intercambiar ideas, con estos santos marginales, cultos y educados. La asistente social, muy entendida en el caso de estos niños prodigios, poseía un pacífico estress que bordeada el verde de sus labios y su elocuencia : donde irían a dormir estos «angelito de dió».

Una enfermera santa, morena dulce de leche y pelo colorado, linda y amorosa, dio lechita caliente y unos panecitos blanditos a las criaturitas. Como macacos titis enjaulados, al ver comida por enternos cinco minutos, se quedaron quietecitos.

Luego, inventaron de buscar por donde escapar: registraron con suma inteligencia, ventanas, corredores, puertas y demás recobecos para medir sus fuerzas con las fuerzas de cuatro vigilantes vestidos de negro que adoraban tocar sus ropa que habían olvidado del jabón en polvo en dos eternidades.

-tio…. aqui no dá para escapar…. deja ir embora….-

Asumi mi cara de angel malo, no negociador y poco dicharachero con los diablitos gentiles. Mi compañera,sonreía para ellos, tentando llenar un ficha con los datos personales de cada uno.

– firmeza mano…. (domino totalmente el lunfardo de la periferia marginal) da tu nombre para titia….- y ahi, la charla derivaba por el nombre de los padres, el cual todos recordaban, para sorpresa nuestra. Por la práctica declaratoria de sus datos filiales, se notaba que eran expertos declarantes. Viviane (mi colega de turno) casi les dió un beso en los pies, que solo sabían de agua por una mera arqueología del recuerdo.

Una santidad de medica los reviso pacientemente uno a uno, y cuatro quedaron listos para ser colocados en algun alberge, el resto a rayos X…

Sospecha de tuberculosis?: podría ser.

La tutela de menores en situación de calle en Brasil es incierta. Tan incierta que nadie sabe por donde comienza y ni donde sigue. Ni las autoridades mas autoritarias saben resolver este tema. Y los mas sapientes en la cuestión, mucho menos. A pesar de las Ong’s recibieron mucho dinerito para sacar los angelitos malévolos fumadores de piedras cocainesca, estos siguen en su paraíso urbano. A donde fué esos dinerillos? La prensa pregunta, y nadie da respuestas.

Por eso estaba yo ahí, en esa situación maravillosa, donde tenía que canalizar una situación hacia una solución que ni gobiernos, ni entendidos podían solucionar.

Cuando llegó la hora de elegir, me eligieron bien…. por la mirada experta, por mi sabiduria en el tema y por mi inconciencia de no mayar nada de la cuestión «meninos de rua que fuman piedra de crack».

– Va voçe… que conhece eles…. – me indico la asistente social.

Y allá partimos con los angelitos malévolos por las calles de San Pablo.

Al sentirse liberados de la «prisión hospitalar», uno de ellos, huyo por que no quería renunciar a su sacrosanta porción de dura vereda para dormir y fumar su piedrita. Quizá, tenía un negocio, quizá una cita, quizá volvía a su puesto en el trafico, que le daría una par de años de vida, quizá un poco menos, quizá dos meses de humo, quizá un nuevo cachimbo para fumar, quizá otras cosas que no podré imaginar ahora.

Thiago corrió calle abajo, y lo cruzamos cerca del Hospital Pérola Bignton, en el centro de la ciudad, los moleques medio cuerpo afuera por la ventana, gritaron su nombre y con el chofer pensamos que irian a saltar del gajo como titis a unos 80 khm hora.

Si se escapan, no los corro, ni suplico… los dejo. Pero no…. se aguantaron…. el viento en la cara los sedó y dos de ellos se durmieron. Los otros dos adoraban las avenidas y la noche.

– Adonde vamos tiu….!!..-

– A Taiguara…. un albergue para vivir jovenes-

Mas o menos esta es la traducción de unos gruñidos que di en mis explicaciones, como estaban con hambre los soborne por el estómago.

– vamos rapido para llegar a la hora de la cena –

Llegamos, pero rebotamos….. las vacantes que habían sido prometidas, fueron anuladas por orden de la coordinadora del albergue. Demasiado complicados para las mentalidad de las educadores sociales que se dedican a ese segmento de jovens? Era eso.

Y ahora??? estos locos se me van a ir y yo voy a quedar pagando…. llamé a cuanto supervisor y mesa de atendimiento habia en la base del servicio social de la Prefeitura y en unatensa hora tensa de negociaciónes que fueron y vinieron, volvimos a las calles… con un albergue santo que cedió lugar para ellos.

De nuevo el ritual del cuerpo en la ventana de la Kombi y toda esa cosa de surfar con el viento en la cara, …..hasta les hacia gracia, y yo………… satisfecho.

Al llegar a la puerta del albergue y entregar un formulario de encamiento, un personaje fatídico de rancia burocracia me cobró….

– y el relatoria social que prometierón…..? cada uno de ellos tiene que tener acá (señalo con el dedo unos reglones sinverguenzas del formulario) las historia de cada uno de ellos…. suba y escriba …-

Con sorpresa, me negué, y ese bicho burocrático que era una señora gritona con vos de raspa me amenazó con no recibir a los angelitos fumante de piedra. Me negué de nuevo.

– Va tio… tu no sabe escribir…. estamos muriendo de frio –

Sentados en una escalera de marmo a la interperie de la noche, quede en el medio del fuego… abri el celular y llame a todo el mundo, hablé hasta con Lula… y mande al bicho a verificar su teléfono y sus telefoneadas burocráticas.

Una vos en la oscurida, (otro funcionario) me pregunto :

– Voçe é argentino ? –

Respóndi que era uruguayo de Uruguay, y no de Paraguay como siempre acostumbran confundir por las dudas.

– Tio volta para tua terra!!!- me cerbatanearon los moleques desde la escalera, y sentí la facada.

– uruguaio ……..!!! Juan….!!! tu de nuevo en San Pablo???? –

Quien era ese angel que me reconocio en el medio de la noche y que bendecia mi situación con los diablitos fumantes?

Quień pronunciaba mi nombre con tanta familiaridad en un lugar que nunca estuve, a una hora inapropiada, con las personas inapropiadas?

Quién, conocia mi fama de Ong’s y causas sociales ?

Y una barba sonriente, una camisa con el simbolo dela hoz y e martillo me vino a abrazar…

– Porra meu…… cuando voçe voltou?-

Y me abraze al amigo desconocido que me estaba salvando de la situation….

– Porra loco no te reocnocí….. –

Era un viejo compañero de la Zona Este que trabajamos juntos en el Centro Educacionasl donde fundamos una Cooperativa de Producción…. que vueltas tiene el gong….. salvado por la patria compañera….. donde las campanadas sonaron en mis oidos cuando vi que los angelitos fueron corriendo a cenar por indicación del angel compañero.

Milagros existen…. especialmente en esta nueva profesión de ángel donde tento ganarme una segunda ala.

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